Siempre nos quedará parís…

Sin buscarlo, sin quererlo especialmente, parís vino a nuestro encuentro de nuevo. Siempre en la zona de Bastilla que adoramos.

Veníamos de Hamburgo e hicimos etapa en Namur, ciudad belga con un nombre muy evocador, pero no especialmente hermosa, solo bonita y tranquila.

En París fuimos un par de veces al parque montuoso de Buttes-Chaumont para ir al mítico (si se han leído los libros de la Despentes “Vernon Subutex”) bar Rosa Bonheur que no desilusiona, antes al contrario, aunque tendrá más marcha por la tarde noche y fuimos por la mañana, porque somos más bien mañaneros.

Rosa Bonheur, primer día cerrado, hubo que volver

Conocí por fin el famoso Museo Rodin una mañana con poca gente (hay que ir pronto a los museos) y lo disfruté muchísimo, es muy hermoso, un oasis de paz, fui al cine (mil años yendo a esa ciudad sin pisar un cine, bueno, una vez si fui a ver Plácido, el clásico español) un par de veces, en Bastilla.

Descubrimos la animada calle st Denis y su multiculturalidad, allí tomé un cóctel delicioso en el que se supone que es uno de los mejores bares de cócteles del mundo, un sitio sin pretensiones ni glamour, o sea, un lugar vivo y encantador al que estoy deseando volver.

Conocimos la zona cercana al Cementerio Pere Lachaise, al que entramos una mañana y en esa zona, que parece un pueblecito en su parte alta (place st. blaise) hay una pizzería estilo napolitano buenísima y muy bien de precio. También comimos en una taqueria muy auténtica y fabulosa y barata. Mi hijo y yo disfrutamos de cenas variadas mayormente exóticas pagando precios razonables, a veces, bastante increíbles.

Y por supuesto volvimos a sitios que nos encantan como el bar Pick-clops o el café pause, dos clásicos ya para nosotros.

Otro bistrot me encantó que descubrimos por casualidad volviendo del barrio 20, en el que la gestora se sentaba contigo y te hablaba y había un ambiente de convivialidad único y donde se comía bien y a buen precio. Si, existen esos sitios en parís, hay que andar mucho y acaban apareciendo y no te arrepientes de entrar en ellos. Ese me dejó muy buen recuerdo.

Osos en descapotable

No se aburre uno en parís, siempre hay cosas que descubrir y que hacer, mucho que caminar, calles en las que perderse, panoramas en los que soñar.

Tiene algo especial. Aunque todo el mundo lo sabe, ¿qué puedo añadir yo?

El verano casi se acababa aquí, solo nos quedaba un intercambio de unos días en Briançon, ciudad a la que había ido multitud de veces por estar al lado de Turín, pero en la que nunca había dormido. Eso es lo próximo que contaré.

Alguna foto de Namur
Volvemos a parís y su plaza des vosgues, cada vez más llena de gente
Esta estatua del cementerio abre camino a las de rodin
Mítico cine al que tengo que ir
La zona de Chinatown, primera vez
Rosa Bonheur por dentro
Adiós parís

Acerca de juegodelmundo

Profesora de español para extranjeros. Vivo en Turín desde hace 20 años. Necesito escribir para comprender mejor lo que me rodea y me sucede, para poner orden en mis ideas. Me apasionan el cine (en versión original), los viajes (soy fan de los intercambios de casa), la lectura, la comida, estar con gente, las novedades. La música (aprender a tocar el piano), el teatro (en especial cuando viajo), la danza contemporánea. Las buenas series de televisión. Traducir textos junto a alumnos buenos. Conversar. Tratar de disfrutar cada momento.
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Una respuesta a Siempre nos quedará parís…

  1. marmota . dijo:

    Muy buenas tardes Alícia, un abrazo . Que hermoso viaje a una ciudad muy entrañable y encantadora ,realmente una ciudad para pasearla con calma . Tu reportaje me evoca sus calles y gentes también en primavera . Besos ??????

    Desde mi movil


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