Cine de mis amores: de moncalieri a Seattle

Voy mucho al cine desde siempre y me encanta. No puedo pasar sin eso. Paradójicamente en verano voy muy poco con tanto viaje. No siempre es fácil, tampoco ver pelis o series en una pantalla y tiene una como una sequía interior de imágenes no captadas directamente por su ojo. De todas formas, la retina está llena de estímulos y quizás las necesite menos.

Antes de nuestros viajes veraniegos fuimos a un cine de verano organizado por una amiga y su asociación y una vez que vencí la usual pereza de coger el coche y buscar un sitio nuevo, disfruté mucho de un magnífico sitio que resulta ser una residencia preciosa con jardín para gente con problemas de adicciones y otras cuestiones, situada en Moncalieri, detrás de su castillo. En su cine de verano vimos la melancólica e interesante película Nico sobre los últimos años de la famosa cantante de la velvet y antes tomamos una bebida (no alcohólica, el bar está gestionado por los residentes y no es cuestión de tener alcohol a mano cuando es uno de los problemas más frecuentes que los han llevado allí). Podría ser un pero, aunque personalmente puedo pasar sin alcohol sin enloquecer.

Sin cine, es más difícil. Digo esto hoy, que he ido (después de muchos días sin cine) a ver la última de Spike Lee aquí en América en un precioso cine de un barrio de Seattle. Me ha gustado pero debo decir que cuando estoy con síndrome de abstinencia, es más fácil que algo me guste. Lo que más me ha gustado es la hora, a las doce y media es la primera sesión y eso, tan inusual en nuestras latitudes, es algo que he apreciado, sobre todo porque tengo que estar muy despierta para tratar de entender lo máximo posible, no habiendo subtítulos a disposición, así que cuanto antes, mejor.

Feliz cine a todos

Acerca de juegodelmundo

Profesora de español para extranjeros. Vivo en Turín desde hace 20 años. Necesito escribir para comprender mejor lo que me rodea y me sucede, para poner orden en mis ideas. Me apasionan el cine (en versión original), los viajes (soy fan de los intercambios de casa), la lectura, la comida, estar con gente, las novedades. La música (aprender a tocar el piano), el teatro (en especial cuando viajo), la danza contemporánea. Las buenas series de televisión. Traducir textos junto a alumnos buenos. Conversar. Tratar de disfrutar cada momento.
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