Vacaciones navideñas

Me tocaría escribir sobre las excursiones en Bretaña pero tengo ganas de abandonar la metodología, la cronología, la lógica y demás manías.

Acabo de llegar de tres semanas fuera y atesoro sensaciones y sentimientos contradictorios que deseo contar sin orden.

Después de un tiempo atmosférico privilegiado con temperaturas altas, sol y cielos despejados, ayer atravesé diluvios y copiosas nevadas con el corazón en un puño y a veinte kilómetros por hora, que se hace mas largo que un día sin chocolate… todo estaba precioso pero no tenía ánimos para apreciarlo. Eso sí, cuando se consiguen superar las dificultades con éxito, se está mas feliz que una lechuga y así me sentía yo ayer, así y destrozada, a pesar de las mil tareas que la aguardan a una al llegar a casa, que se la encuentra hecha unos zorros.

Gente. Las navidades están llenas de gente para mi, de familia política numerosísima, de algo de familia propia y de amigas a las que solo veo una vez al año o, si va bien, dos. Tanta gente, que en ocasiones me echo de menos a mí misma, que no sé ya ni quién soy. Mi pensamiento iba mucho a mi madre, que estaba sola y habría querido estar con ella. No es fácil encontrar en la vida el término medio, lo intentamos pero no solemos conseguirlo.

Encuentro emotivo. Después de tres años sin ver a la parte china de la familia por culpa de la política ultra restrictiva de ese país con el covid, por fin han podido venir y los hemos disfrutado. Hemos vuelto a ser una masa como siempre difícil de gobernar pero una masa feliz porque al cuerpo que somos, les faltaba un brazo o una pierna y ahora hemos estado completos. Los 5 primos, que han pasado toda su vida juntos dos vacaciones al año, se han reencontrado y casi no se reconocían porque algunos, en estos años, han cambiado completamente, de ser niños han pasado a ser adolescentes pero tras algunas incertezas y timideces iniciales, se unieron tanto que parecía que se habían pasado la vida juntos. Ha sido bonito ver eso.

Hay quien ha pasado una navidad horrible, como una querida amiga que ha tenido a su padre muy mal y a la que no he podido ver. Este año ha sido raro desde ese punto de vista, siempre nos reunimos las 4 amigas (bueno, en estos dos años de covid no pudo ser tampoco) y disfrutamos de cenas interminables preciosas, porque hablamos mucho y nos reímos y nos confrontamos. Son momentos especiales, que no han podido ocurrir esta vez y que al no haberlos tenido, los aprecio mas todavía y sé que los aprovecharé al máximo cuando pueda volver a tenerlos.

Día de navidad. A cambio, pasé el día de navidad con otra querida amiga y su compañero, que me mimaron mucho y agasajaron y fue un día encantador. También comí otro día con mi querida amiga de la infancia, a la que hacía años que no veía y fue también un bonito día.

Mi compañero. Ha habido épocas de todo tipo en nuestra relación como es normal después de décadas juntos pero en estos momentos estamos muy bien y debo decir que somos un equipo fantástico, que sabemos divertirnos juntos y que hemos aprendido a sacar lo mejor de nosotros y compartirlo, eso no es fácil. Montpellier (siempre espléndido), Valencia (los días que pasamos alli cada año son días únicos de euforia), Murcia, Madrid (ciudad de mis sueños a la que echo mucho de menos), Tarragona (preciosa y relajante) y Salon de Provenza han sido los escenarios de fondo a nuestro amor. Te doy las gracias por todo.

Puzzle. La familia compra un puzzle gigante en cada reunión para que nos distraigamos sobre todo los “políticos” como nos llaman ellos a los cónyuges. Al final todo el mundo pica y gracias a eso se consiguen hacer porque hay que aunar muchas fuerzas para hacer puzzles gigantes y complicados. He descubierto que me encantan y también que soy un poco obsesiva, porque hay que serlo para pasar horas observando colores y formas y no acordándote de que tienes que ir al baño, etc necesidades.

A propósito de “políticos”, mientras hacemos el puzzle los hermanos charlan de todo tipos de cosas, también sobre nosotros a pesar de que estamos allí en la misma habitación absortos con la tarea (pero no tanto como para no oír nada) y les escuché decir en un momento dado: ¡qué bien se llevan los políticos! Y alguien respondió: es por solidaridad. No sé por qué será pero es verdad. Reina la armonía entre nosotros y dicen que en otras familias la cizaña llega de las mujeres y maridos de los hermanos. En esta familia no. Los políticos nos tenemos mucho cariño y disfrutamos mucho estando juntos. Creo que eso es algo muy bonito. No solo hay puzzles que nos unen, sino comidas y aperitivos en los que lo pasamos genial.

Spa. Los spas son mi pasión y he podido estar tres veces en ellos, de manera más íntima en Valencia y en grupo en Punta Umbría, son maneras distintas de disfrutarlo y siempre merecen la pena. La sensación de flotar entre burbujas es algo irrepetible y necesario, que ayuda en la lucha diaria contra los elementos.

Resolución de problemas. Cada uno tiene su cruz y yo tengo un problema con las uñas de los pies, que se me clavan, estaba pasando el quinario cuando se me ocurrió buscarme un sitio en Sevilla donde me resolvieran el entuerto. Lo encontré y toda mi vida recordaré a esa amable doctora que me sacó la espina clavada de manera dulce y profesional. No hay nada como quitarse un dolor. A cambio, llevo una temporada con la rodilla bien (he penado mucho con eso) y doy gracias al cielo por ello.

Atardeceres y amaneceres y paseos por pinares y mares. Algunos momentos están muy bien cuando uno está en contacto con la naturaleza, eso nos falta a los urbanitas.

Volver. Después de itinerar y recorrer miles de kilómetros, de disfrutar haciendo cosas que me gustan, de acabar agotada casi todos los días, de escapar de la oscuridad y el frío por bastante tiempo, de disfrutar de excelente compañía; volver a casa es grato. Es cuando más la aprecio en lo que vale, mi casa, mi ciudad, mi gente, mi trabajo. Todo me parece mejor y es el sitio donde quiero estar.

Me voy corriendo al gimnasio y al cine, que son dos cosas que he echado de menos en estas hermosas y necesarias vacaciones.

Y este post va sin fotos. Ya volveré a lo típico en el próximo.

Acerca de juegodelmundo

Profesora de español para extranjeros. Vivo en Turín desde hace 20 años. Necesito escribir para comprender mejor lo que me rodea y me sucede, para poner orden en mis ideas. Me apasionan el cine (en versión original), los viajes (soy fan de los intercambios de casa), la lectura, la comida, estar con gente, las novedades. La música (aprender a tocar el piano), el teatro (en especial cuando viajo), la danza contemporánea. Las buenas series de televisión. Traducir textos junto a alumnos buenos. Conversar. Tratar de disfrutar cada momento.
Esta entrada fue publicada en España, personas, reflexiones, viajes. Guarda el enlace permanente.

Deja un comentario